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Primero de mayo de 2020: Dia Internacional de los Trabajadores, Colombia y Coronavirus 

El primero de mayo conmemora las reivindicaciones de los obreros que en 1886 se tomaron las calles en Chicago, quienes eran explotados y por eso pedían unas mejores condiciones laborales.  Muchos trabajadores murieron (ejecutados), por esto, unos años más tarde se decidió conmemorar en este dia a los trabajadores, en memoria a ”los mártires de Chicago”, y tras un acuerdo en las Naciones Unidas se celebra en muchos otros países.

En Colombia un evento similar tuvo lugar en 1928 en el norte del pais, cuando los trabajadores de la empresa United Fruit Company iniciaron una huelga para mejorar las condiciones de trabajo. Unos 25.000 trabajadores a forma de protesta se negaron a cortar los bananos. Como no se pudo llegar a un acuerdo, los soldados enviados por el gobierno dispararon sobre la masa de trabajadores, provocando una masacre que quedará reflejada en Cien años de soledad, de Gabriel Garcia Marquez.  Fue una huelga sin precedentes, denominada “Masacre de las bananeras”, en un contexto en que empezaba la industrialization de Colombia y el sindicalismo estaba naciendo. 

Este primero de mayo será un dia inédito, y no por la fecha en sí, sino porque los trabajadores tendrán que pasar este dia en casa, en el confinamiento. Los afortunados que no han perdido el empleo, podran seguir teletrabajando, mientras que para todo el resto, será un dia como cualquier otro, con la incerteza del futuro que pesa sobre sus hombros.

En muchos países hay datos récord de desempleo, como por ejemplo Noruega, que no había registrado una tasa tan alta desde la segunda guerra mundial.

La situación en Colombia no es ni de lejos comparable. Se trata de un pais en el que abundan los trabajadores informales (se calcula que aproximadamente son el 50%), y cuyos ingresos dependen del trabajo independiente y autónomo.

El virus covid-19 ha tenido un efecto desastroso para la economia de las familias más humildes, ya que no pueden salir a la calle a trabajar y si salen, se exponen a ser multados por las autoridades o a contagiarse. Estos trabajadores no tienen derecho a cobertura sanitaria, ni tampoco a pension, ya que al trabajar en la informalidad no están registrados. Por no hablar de las pequeñas y medianas empresas, empresas en su mayoría de una misma familia, sin trabajadores, que han tenido que cerrar y han perdido así sus ingresos. 

Si bien se han aprobado algunas medidas de protección social, no abarcará la totalidad de la población, porque ya antes que empezara el coronavirus la vida de muchas personas en regiones más olvidadas estaba in bilico.

El gobierno sigue siendo incapaz de incorporar toda la masa de trabajadores informales. No es raro que los colombianos afirmen que siempre han vivido en crisis, pero al menos antes la solidaridad de la población a través el consumo entre pares permitía que muchas familias tuvieran algo que comer en las mesas, ahora esa posibilidad parece que se está agotando.

No en vano se dice que Colombia es “el pais del rebusque“: es decir que la gente tiene que buscar o inventarse alguna forma de ganarse dinero para sobrevivir el dia a dia. Y en eso nos toca ser creativos, porque durante años hemos resistido la explotación, y nos hemos reinventado. Porqué en qué otro país venden minutos de teléfono? 

Ilustracion de Ernesto Kofla

La situación de los trabajadores formales tampoco es la ideal, la jornada laboral en Colombia va de 8 a 48 horas semanales, mientras que en la mayoria de países desarrollados es de 36 a 40 horas, como máximo, por semana. Se calcula que el 30% de estos trabajadores formales, trabajan más de 48 horas por semana, con una mala cobertura sanitaria (afiliación “empresas promotoras de salud) en un país en el que la salud es un negocio y unos sueldos bajos en comparación con los productos básicos o los transportes, el mínimo por hora ronda lo que sería equivalente a 1,20€.

El virus ha puesto aún mas sobre la mesa la vulnerabilidad de las clases más  desfavorecidas.

A todo esto hay que añadir el riesgo de trabajar como defensor de los derechos humanos, en un país con un historial de décadas de violencia, asesinato, secuestro, tortura, desaparición de lideres/sas sociales y sindicales, en un contexto de recrudecimiento de la violencia e impunidad.

En este primero de mayo de dos mil veinte expresamos solidaridad con los campesinos, los agricultores, los artesanos, los pequeños emprendedores, solidaridad con las mujeres, con las trabajadoras del hogar, con los y las trabajadores sexuales, con los indígenas, con el personal médico que trabaja en condiciones paupérrimas. Solidaridad con los migrantes rurales, los venezolanos, los colombianos en el exterior, los refugiados y los trabajadores de todo el mundo. 

By michael

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